Dramático secuestro de un jugador de rubgy

Sus familiares pagaron anoche el rescate
  • Exigen 50.000 dólares por su liberación.
  • Sus familiares pagaron anoche el rescate
“Juntá cincuenta mil dólares lo antes posible, porque me tienen secuestrado. Si no llevás la plata en dos horas, me matan”
Eran las 20.30 del 28 de junio último. Fue la última vez que la esposa del rugbier y empresario Federico Virasoro escuchó la voz de su marido. Una hora antes, el integrante del plantel superior del club de rugby Pueyrredón fue secuestrado por tres malvivientes a bordo de una camioneta cuatro por cuatro, en Tomkinson y Panamericana, a pocas cuadras de su casa en La Horqueta. Han pasado ya nueve días y la familia está desesperada. Sobre todo porque intentaron pagar tres veces el rescate, pero los delincuentes no liberaron al jugador de rugby. Anoche, por cuarta vez, los familiares dejaron el dinero en el lugar indicado por los secuestradores y esperaban su liberación. “La negociación fue dramática. Cada vez que los familiares y amigos de Virasoro exigieron una prueba de vida a los secuestradores. Los delincuentes respondieron con evasivas y no lo volvieron a poner al teléfono. Sin embargo, anoche tuvimos noticias de este muchacho. Se pidió otra prueba de vida que dio positiva”, dijo a LA NACION una calificada fuente de la investigación.
De acuerdo con sus amigos, Virasoro pasaba mucho tiempo en el club Pueyrredón, donde además de jugar al rugby se desempeñaba como vocal en la comisión directiva. Con respecto a sus negocios, fuentes de la investigación dijeron que se desempeñaba como presidente de la empresa naviera Navisupe, cargo en el que sucedió a su padre, Eduardo, que falleció el 30 de mayo último.
Anteayer, por la madrugada, luego que uno de los amigos del rugbier recorriera toda la línea de postas dispuestas por los secuestradores, arrojó la riñonera con los cincuenta mil dólares desde una formación del ferrocarril Belgrano. cerca de la estación de Munro, según informó una calificada fuente de la investigación.
Fanático del rugby, Federico Virasoro jugó uno de sus primeros partidos en la primera de Pueyrredón el 14 de agosto de 1993. Esa tarde, su equipo le ganó 35 a 30 a Newman.
Virasoro jugó como segunda línea e integró la formación titular de Pueyrredón con el medio apertura Jorge Scoscería y el centro y capitán Hernán García Simón. Sus entrenadores fueron Martín Yangüela, Alejandro Schiavio y Sebastián Dassel.
En la actualidad, integraba el plantel superior del club y si bien no jugaba en primera, alternaba. en intermedia y preintermedia. Además, colaboraba con los entrenamientos de algunas divisiones juveniles. De acuerdo con fuentes de la investigación, el empresario fue secuestrado cuando manejaba su automóvil BMW y hablaba por su teléfono celular con su socio.
Al pajar de la Panamericana para tomar por Tomkinson rumbo a su casa en La Horqueta, Virasoro fue interceptado por tres delincuentes que circulaban a bordo de una camioneta 4X4 presumiblemente marca Jeep Cherokee, según relataron algunos testigos a la policía.
Aparentemente, dos de los delincuentes abordaron el BMW del empresario y, a punta de pistola, lo obligaron a seguir por Tomkinson, seguido por el tercer malviviente, al mando de la camioneta.

Pasó frente a su casa

Minutos después de haber sido secuestrado, Virasoro pasó frente a su casa. El dato es conocido porque fue visto por un vecino.
Se trata de un reconocido ex jugador de rugby de San Isidro Club, que ganó varios campeonatos con ese equipo y cuya identidad los investigadores se reservaron, que aseguró ante la policía que vio el BMW con Virasoro al volante, seguido por la camioneta cuando pasaron frente su casa.
A las 20.30, los secuestradores lo obligaron a llamar a su esposa desde su teléfono celular para que le advirtiera que debía pagar un rescate de cincuenta mil dólares para recuperarlo con vida.
Al principio los investigadores creyeron que el hecho terminaría rápidamente, pero las negociaciones se complicaron.
Un dirigente de Pueyrredón, que pidió no ser identificado, confirmó el secuestro de Virasoro y manifestó que todo el club “lamenta muchísimo lo que están pasando Federico y su familia”.
El caso de Virasoro pasó a engrosar la lista de secuestros ocurridos en lo que va del año. Entre las víctimas de los hechos ocurridos en la zona norte figuran Cristian, uno de los hermanos del futbolista Juan Román Riquelme; el empresario Claudia Stefanich y el hijo del dueño de un corralón, Miguel Latrecchiana.
Mientras que Oscar Alfredo Ulfe, un empresario de Sarandí, en la zona sur del Gran Buenos Aíres, estuvo secuestrado quince días.

Detenidos en Lomas de Zamora

Los 1500 pesos que les entregó un comerciante no conformaron a un grupo de asaltantes, que decidieron secuestrarlo con su propio auto y pedir 10.000 pesos para su liberación.
Pero la maniobra no pudo concretarse porque, a gran velocidad, llamaron la atención de un móvil policial, que los persiguió, liberó al rehén y detuvo a dos de los secuestradores.
Cerca de las 21 de anteayer, José María García andaba por las calles de Lomas de Zamora con su auto Peugeot 206 cuando un grupo de delincuentes sobre un Peugeot 307 le cruzaron su vehículo en la esquina de las calles Fernández y Sarmiento.
Los hombres bajaron armados y le apuntaron a García, de 60 años, de acuerdo con fuentes policiales.
La víctima entregó los 1500 pesos que llevaba encima. Pero los ladrones consideraron que el botín no era suficientes. Tomaron el teléfono celular de la víctima y le pidieron el número de su casa para llamar a su familia y pedir un rescate de 10.000 pesos.
Pero el plan falló. Los autos en los que iban el rehén y sus captores circulaban a gran velocidad por la calle Hipólito Yrigoyen cuando se cruzaron con un patrullero. Los maleantes decidieron esquivarlo en zigzag y comenzó una persecución.
El Peugeot 307 de los delincuentes logró fugarse a la altura de Remedios de Escalada. Pero el Peugeot 206 se detuvo en la calle José Ingenieros al 4900 y uno de los oficiales abrió la puerta del lado del acompañante, cubrió a Garcia con su cuerpo para sacarlo de la línea de fuego y los dos delincuentes se entregaron, según el relato policial.
Los frustrados secuestradores fueron identificados como Martín Rossomando, de 27 años, con domicilio en Lomas de Zamora, y Gabriel Tapia, de 26 y oriundo de Avellaneda.
La policía dijo que a los delincuentes se les secuestraron dos revólveres, uno calibre 38 y el otro, 22. También que logró recuperar el auto de la víctima y los 1500 pesos.

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